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María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), destacó la importancia del desarrollo, que permite al país no depender de la compra a otros países; “a diferencia de gobiernos anteriores, la 4T privilegia la eficiencia, a pesar que se ha reducido el gasto; se trata de dos respiradores con grandes bondades y amplias posibilidades; en cinco meses se logró lo que implica de tres a cinco años de desarrollo; subraya el compromiso del gobierno con la sociedad, la confianza de la población en su gobierno y la toma de decisiones basada en evidencia científica”, expresó en conferencia.

Para el gobierno federal representa el nacimiento de una industria nacional para salvar vidas y garantizar la independencia tecnológica y la soberanía nacional. De cada uno de los modelos se han producido, en un primer lote, 500 unidades.

La funcionaria detalló que su costo oscila entre 9 mil 600 y 11 mil 400 dólares, mientras los modelos comerciales adquiridos en China tienen costos de entre 20 mil y 50 mil dólares.

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Cabe señalar que fue el 23 de abril cuando el Conacyt anunció que se alistaba la fabricación de cerca de 700 ventiladores de tecnología 100% mexicana, económicos y de alta calidad y seguridad biomédica, los cuales, se esperaba estuvieran listos para el 15 de mayo.

Se detalló que ya se inició con la fabricación masiva de 1,000 de estos dos nuevos ventiladores respiratorios, el Ehécatl 4T, de patente estatal, y Gätsi, en colaboración con la empresa Dydetec. Ambos comparten un alto grado de seguridad biomédica, de calidad, de sensores de control, ventilación controlada por presión y volumen, fácil limpieza, se aseguró.

“Uno está basado en un principio isomórfico con el pulmón, basado en el uso de una bolsa ambú (autoinflable), físicamente muy similar a un pulmón; el otro es un ventilador. Ambos son invasivos, ventiladores mecánicos invasivos de mezcla de gases”, explicó la funcionaria.

En los proyectos participaron la Secretaría de Salud con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, los institutos nacionales para Enfermedades Respiratorias y de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, así como los centros nacionales de Excelencia Tecnológica en Salud y de Programas Preventivos y Control de Enfermedades.

Además del Cidesi, apoyaron el Centro de Investigación en Materiales Avanzados, el Centro de Investigación en Óptica y la Corporación Mexicana de Investigación en Materiales. Asimismo, la Universidad de Guadalajara.

Ciudad de México. Con el apoyo de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional, se realizó la primera fase de distribución de los primeros 275 ventiladores para pacientes Covid-19, creados por la empresa mexicana Dydetec en colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

De los ventiladores, hasta el momento se han entregado 10 en la Ciudad de México a la Secretaría de Marina; 120 en Veracruz; 100 en Nuevo León; 25 en Querétaro y 20 en Chiapas.

El diseño, fabricación, distribución e instalación de ventiladores mecánicos, con tecnología cien por ciento mexicana, forma parte de los esfuerzos del Conacyt para combatir la pandemia, y donde los recursos financieros fueron aportados por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y el mismo Consejo.

Hay que destacar que fue el Insabi el organismo encargado de determinar la distribución de los ventiladores en los diferentes estados del país.

Todas las unidades del ventilador Gätsi han salido ensambladas de las instalaciones de la empresa de alta tecnología Safran, ubicadas en el estado de Chihuahua. La creación de los ventiladores Ehécatl 4T y Gätsi —los primeros que cuentan con tecnología cien por ciento mexicana— son resultado de la colaboración sin fines de lucro entre algunas empresas y el gobierno de México, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y sus Centros Públicos de Investigación.

El ventilador Gätsi, cuyo nombre significa “suspiro” en otomí, es idóneo para uso pediátrico y en adultos. Se trata de un ventilador mecánico de tipo invasivo, con alto grado de seguridad biomédica, sensores de control y monitoreo de ventilación por volumen y presión, en sus modos controlado, asistido, sincronizado y espontáneo